Dictaron prisión preventiva para hombre que habría descuartizado a su papá

El hombre sería el presunto autor de un "homicidio agravado por el vínculo", delito que prevé la pena de prisión perpetua.

La Justicia dictó una oren de prisión preventiva a Alexis Pachu, el cocinero que desde la última Navidad está preso acusado de haber  presuntamente asesinado y descuartizado a su padre de 83 años, cuyos restos aparecieron escondidos en un domicilio y dentro de una valija abandonada en una plaza de la localidad bonaerense de Valentín Alsina.

La resolución fue adoptada por el juez de Garantías 4 de Lanús, Esteban Pablo Baccini, quien hizo lugar a un pedido formulado por los fiscales que heredaron la causa, Oscar Maidana y Mariela Montero, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 de Violencia Familiar y de Género de Lanús.

El acusado, de 46 años, quedó preso como presunto autor de un "homicidio agravado por el vínculo" de su padre Atilio Pachu (83), un delito contemplado en el artículo 80 del Código Penal y que prevé como única pena la prisión perpetua, que no permite la posibilidad de pedir libertad condicional y equivale a 50 años de cárcel.

Fuentes judiciales informaron que la medida ya fue apelada por la defensa del presunto parricida, mientras los fiscales pidieron fecha para un cúmulo de pericias que aún están pendientes, entre ellas, el examen psiquiátrico y psicológico más profundo para evaluar la salud mental del acusado y establecer si comprende la criminalidad de sus actos y si dirige sus acciones.

La clave de esta causa serán los resultados de algunos peritajes complementarios a la autopsia donde el director de la morgue judicial de Lomas de Zamora, el médico forense Adalberto Daniel Bonvicini, concluyó que la muerte de Pachu padre fue producida por "mecanismo violento", que la causa probable era una "asfixia" y que el descuartizamiento se produjo post mortem.

Esto se contrapone con la autoincriminación espontánea que Pachu hijo formuló delante de personal policial y de uno de los testigos del procedimiento en su domicilio, cuando dio a entender que no lo había asesinado, que su papá había tenido una muerte natural y que solo había querido deshacerse del cuerpo.

Según la resolución del juez Baccini, en esa ocasión el imputado dijo: "Ya estaba muerto mi papá Atilio, yo solamente lo corté en partes y lo tiré en la valija para seguir cobrando la jubilación".

Incluso, en su resolución, el juez menciona que en el dormitorio del detenido la policía halló los documentos de víctima y presunto victimario, un teléfono en un cajón, dinero y seis cuchillos.

Otro detalle desconocido hasta el momento de la causa y que está en el documento judicial es que, al inicio de la investigación, tanto el primer vecino que abrió la valija hallada en la plaza como los primeros policías en llegar, confundieron el cadáver de la víctima con "un perro muerto" o un "chancho", hasta que uno de los uniformados volteó la valija y apareció "un pie humano".

También están descriptos los hallazgos de los restos cadavéricos descuartizados que faltaban de la valija y que la policía encontró en el domicilio de la calle Farrel 433.