La persiguieron en un patrullero, entraron a su casa, le abrieron el auto y le robaron $50 mil
Yessica estaba yendo a comprarle mercadería a su mamá cuando un móvil policial comenzó a seguirla. La mujer denunció que luego de exigirle papeles se llevaron dinero y escaparon.
El domingo por la mañana Yessica manejaba de camino a su casa cuando ocurrió una situación insólita. Hace pocos días perdió a su papá e intenta acompañar a su mamá en el difícil momento que atraviesan por lo que decidió ocuparse de las compras. Sin embargo, cuando estaba en camino sucedió algo inesperado: comenzó a ser perseguida por un patrullero, supuestos policías le robaron y todo quedó registrado por una cámara de seguridad de la zona.
Yessica Saucedo es también policía, pero pertenece a la Ciudad de Buenos Aires. A pocos metros de llegar a su vivienda, en la localidad bonaerense de Billinghurst, partido de San Martín, un móvil policial que circulaba a alta velocidad empezó a seguirla.
“Yo manejaba por la calle Moreno y ellos venían fuerte por Pueyrredón, que la corta. Pararon en el medio de la calle y yo lo único que hice fue doblar a la izquierda porque estaba a una cuadra de mi casa”, dijo en diálogo con medios.
Tras ello, los efectivos comenzaron a perseguirla. “Doblaron en u para seguirme como si hubiera hecho un delito, pudiendo ocasionar un accidente”, señaló y sumó: “Al llegar a mi domicilio ellos estacionaron detrás sin balizas ni sirenas”.
Toda la secuencia quedó registrada por la cámara de seguridad de la zona, que muestra con claridad el accionar de los efectivos. “En el video se ve que voy a velocidad normal, estaciono mi auto, freno como si nada y ellos empiezan a gritarme, a decirme que querían la documentación del auto”, precisó Yessica.
Ella enseguida les preguntó para qué la querían porque no había cometido ninguna infracción y no entendía el motivo de la persecución. “Les dije: ‘les doy los papeles, pero primero denme una explicación de por qué me están identificando si no hice nada’”, aclaró.
“Yo venía a mi casa porque necesitaba ir al baño, pero estaba yendo a comprar. Mi mamá me había pedido que vaya porque hace dos días falleció mi papá y ella no está saliendo de la casa, así que la que se ocupa de las compras soy yo”, explicó.
Pero no terminó todo ahí. Yessica cruzó la calle para entrar a su casa y ellos fueron detrás. “Como no les di bola me empezaron a seguir y a decirme ‘dame la documentación, quien te pensás que sos, esto va a terminar mal, vos no sabes con quien te estás metiendo’”, precisó.
La mujer ingresó a su vivienda y la situación se agravó: “Cuando abro la puerta y entro a mi casa, ellos se meten detrás como si nada. Les empecé a gritar ‘váyanse de mi casa porque están en una propiedad privada, no tienen ninguna orden de allanamiento para meterse en mi propiedad’”. Las imágenes que registró la cámara de seguridad que se encuentra justo al lado de su vivienda muestran con claridad como los dos hombres entran.
“Uno de ellos me decía ‘yo no me voy a ir, a mí dame la documentación’”, contó la mujer. Tras varios segundos de gritos e intercambios de palabras, los policías salieron, pero no conformes con la situación fueron hasta el auto de la víctima y lo abrieron con total impunidad. “Se ve que uno abre la puerta del acompañante y saca la plata que tenía a mano, que eran casi 50 mil pesos para comprar. Después se da la vuelta y busca algo en la puerta del conductor, pero ahí no tenía nada”, contó.
Tras ello, los supuestos efectivos se subieron el patrullero y se fueron del lugar. En el video, por la calidad de la imagen, no se alcanza a ver el número de vehículo, el cual tampoco tenía patente.
Ante esta violenta situación, Yessica realizó la denuncia en la Comisaría Quinta de Billinghurst. “Me trataron muy mal y después de un rato largo me la tomaron, pero me dijeron que era una patrulla ajena a la localidad, que no era de acá. Tampoco están identificados los policías, solamente tengo la denuncia en la que me dijeron que asuntos internos se iba a ocupar, pero no me dieron solución a nada”, lamentó la mujer y agregó: “No entiendo por qué empezaron a seguirme, pero no tenían identificación, no venían en persecución. Me venían siguiendo a mí y yo soy una simple laburante”.